Miedos, amores, amigos, rencores, heridas, caricias, espejos, charlas, misterios, matices, mates, cigarrillos, fresias, chocolates, cuerdas flojas, histeria, mil lágrimas, sonrisas, esperas, teléfonos, arrepentimientos, gritos, fiesta, daiquiris, suspiros, sorpresas, mails, espacio, incertidumbre, límites, angustia, placer, egoísmo, soberbia, impotencia, Benedetti, salidas, experiencias, éxitos, fracasos, Cortázar, Galeano, música, melodías, cerveza, café, castigos, libertad, soledad, reconocimientos, lunas y soles, los domingos de siempre, mentiras, sueños, finales, pesadillas, cambios, Arlt, despertadores, consejos, traiciones, carcajadas, desilusiones, esperanzas, caminos, opuestos, miradas, Cien años de soledad, costumbre, tormentas, abrazos, dolores, nacimientos, rupturas, abismos, puertas, candados, almuerzos, proyectos, viajes, silencios, mensajes, olvidos, carencias, paciencia, calma, sombras, peleas, manos, esfuerzo, todo y nada. Más y menos. Menos de lo mismo.

miércoles, 12 de enero de 2011

Lo imperdonable

Publicado en La Tercera, el 12/01/11 
El pasaje de lo novedoso a lo cotidiano es muchas veces preocupante. Claro que es lógico que los hechos dejen atrás esa condición de novedad que los hacía atractivos y diferentes. Atractivos, al menos para los periodistas. Para todos los demás, son diferentes. Y ahí, justamente ahí, en ese “para todos los demás” está el centro de la cuestión o la madre del borrego, como decían las abuelas. Que deje de ser noticia es entendible, son las reglas del juego, después de todo. Lo imperdonable es que, en consecuencia, deje de importarnos.

miércoles, 5 de enero de 2011

Desapariciones

Publicado en La Tercera, el 5/01/11
Siempre tuve la vaga pero inquietante idea de que, aún si pudiese tener en mi poder todos los libros que quisiera leer, no me alcanzaría la vida para hacerlo. Piénselo por un instante, lector ávido de historias, cuentos, novelas y ensayos… Desolador ¿no?. 

lunes, 3 de enero de 2011

Qué fantásticas, fantásticas estas Fiestas

(Publicado el 3/01/11, en La Tercera)
Lo bueno de las Fiestas es que todo lo que uno comienza a padecer y a criticar desde el primer día de diciembre tiene una mágica particularidad: puede ser tan terrible como maravilloso.
    No es fácil afrontar el mes de las Fiestas. De hecho, hay que estar psicológica y físicamente preparado. Desde la elección del lugar hasta la compra de los regalos, todo puede ser motivo de fastidio, discusiones y dolores de cabeza.